Es el tiempo que tendré que esperar para conocer una respuesta, ya sea positiva o negativa, para saber si continúo con este proceso o si pasamos al Plan B, serán las 4 semanas más largas de mi vida. Hoy que llené la solicitud y la envié sentí mucha emoción, pero al mismo tiempo sentí nervios, porque es el primer paso para tomar decisiones sobre mi futuro, tanto personal como profesional, ahora antes de presionar el botón de enviar dejé todo en manos de Dios y estoy convencida y segura que se hará su voluntad y lo que él considere mejor para mi y para mi vida, yo por lo pronto me quedo con la satisfacción de que di mi máximo esfuerzo en todo este proceso y que no quedó de mi :)
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