Ayer inicié mi primer día de entrenamiento en campo, yo me estuve resistiendo lo más que pude para no ingresar al programa, porque no soy de las personas a las que les gusta realizar ejercicios en la tarde, la verdad es que me da mucha flojera, pero me sentí tan mal tras mi última cita en la clínica por haber subido en todas las medidas (consecuencia de no haber ido más de un mes al gimnasio) que me animé a ir y disfruté tanto de esa hora de ejercicio, hacía un frío terrible, pero a pesar de ello me gustó, la hora se me fue rapidísimo y lo más importante que hice ejercicio.
Espero continuar con esta dinámica por bastante tiempo, tengo que aprovechar que de nuevo estoy motivada para ir en las tardes a correr y volver a disfrutar de esos momentos en los que mi mente se queda en blanco y puedo relajarme por completo, dejando las preocupaciones y estrés de lado por esa única hora del día.
