lunes, 2 de mayo de 2011

Sin mirar atrás...

Hoy fue la última vez que demostré mi dolor con lágrimas, hoy fue la última vez que me dejé afectar por enterarme de la verdad, ya fue suficiente de analizar el porqué de todas esas respuestas que finalmente obtengo conociendo la verdad, hoy definitivamente cierro ese ciclo en mi vida sin mirar atrás y sin arrepentimiento alguno, con la seguridad de que fue lo mejor para mí, totalmente comprobado después de haberme enterado de todo esto. Sé que Dios tiene a una persona muy especial para mí, alguien de excelentes sentimientos.


También quiero darle las gracias a esa persona que fue mi apoyo en el momento que más lo necesitaba, por su abrazo, por su compañía, por su apoyo, porque a pesar de tener tanto trabajo se dio el tiempo de estar conmigo en esos momentos tan tristes y tan difíciles para mí, gracias por tus palabras y por este regalo que me diste, que será lo que me mantendrá fuerte, seguiré tu ejemplo y lo leeré cada vez que sienta tristeza y dolor con la seguridad de que no hay nada que me impida salir adelante. Gracias 1000!



Inconquistable

Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma inconquistable.

En las azarosas garras de las circunstancias
no he llorado ni gemido.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.

Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el horror de la sombra,
la amenaza de los años,
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.

(William Ernest Henley, 1875)




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